lunes, 21 de marzo de 2011

Corazón Coraza

4to capitulo


“Por qué has venido a recoger tu imagen
Y eres mejor que todas tu imágenes”



Xanxus se paseó por su habitación dando vueltas sin parar

-¡¿Donde mierda está?! – gritó enfurecido.

No hay que aclarar el hecho de que aquellas palabras fueron escuchadas por toda la mansión Varia, pero sólo el que iba pasando cerca de aquella habitación tuvo la valentía de aparecerse.

-¿Pasa algo Boss? – Preguntó sonriendo el joven de la Tormenta

-Belphegor – el jefe Varia frunció el ceño – Dejé uno de mis revolver encima de mi cama y observa.

Xanxus apuntó a su cama donde no había más que un par de cojines.

-No… está –intentó inferir el menor.

- valla genio – murmuró el Jefe – ahora dime… ¡¿Dónde mierda está?!

- Pues – el príncipe puso un dedo en su mentón – ¿buscó bien? Quizás lo dejo en el cajón de su velador.

Oh mierda, ¿Como no se le había ocurrido?

El mayor sacó el único revolver que tenía por el momento y apuntó a la cabeza del menor.

-Más te vale que esté ahí…

-Shishishi

Belphegor se agachó y abrió el escritorio, con delicadeza sacó los papeles que habían en el, seguido de algunas fotografías que el jefe guardaba de joven, cuando de pronto en el fondo de ese mueble de madera se encontró con la dichosa arma

-Aquí est

-No la toques – el mayor tomó el arma con rapidez – y sal de aquí, estorbas.

El guardián lanzó una risita y se retiró.

Xanxus mientras tanto comenzó a revisar las cosas y se detuvo en una fotografía. En ella se encontraban Squalo y el, cuando ambos eran más jóvenes, antes de que la cabellera del albino estuviera tan larga.

- VROOI, ¿Por qué gritabas tanto? – en su puerta apareció el espadachín molesto.

Xanxus tomó la fotografía y la puso a la altura del albino, observó primero la imagen y luego fijó su mirada en el guardián de la lluvia.

-No la necesito – dijo arrugando la fotografía y dejándola a un lado – te tengo a ti, es más que suficiente.

-¿Qué? – el albino enarcó una ceja

-Callate, no me interrumpas cuando pienso en voz alta.

VROOI!

Las fotografías no sienten, no gritan “vroi”, ni se quejan con molestia, no se les puede tirar objetos que les hagan daño.

Definitivamente Squalo valía más que mil fotografías.

Finito

(me salió más larguito, otro dia corrijo, bla bla, sueñi :3 )

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