jueves, 30 de junio de 2011

Reinless

Notas de la autora: No hay notas de la autora! wuujuu! asd perdonen faltas de ortografía bla bla :c Os amo c:


Capitulo 11

Roderich, bajo al piso donde hace unos momentos había sido la reunión, bastante conmocionado por la noticia que había recibido por teléfono, aquella situación era bastante inesperada pero aquello no quitaba las buenas noticias que le venían encima

Al llegar se encontró con que muchos de los presentes aun no se retiraban y entre ellos se encontraba uno de los empresarios importantes de Axis, conversando con la persona que acaba de hablar,

Los grandes ojos verdes se abrieron con gran alegría al divisar al Austriaco.

-Rode-sama! – la muchacha de largos cabellos rubios y un ajustado y muy agraciado traje de un color bastante militar se acercó al médico con gran agitación.

-Elizabeta… Me alegra mucho verte…

La mirada de los empresarios eran de un sentido bastante frio y hasta con un deje de molestia. El mayor de ellos se abrió paso entre los demás y dejó a la vista unas hojas.

- La Señorita Elizabeta ha sido trasladada al departamento de medicina de Axis en Japón. – el hombre con un tono cortante le entregó los papeles a Roderich, para luego retomar la palabra – Esperamos que este intercambio sea por poco tiempo… - el hombre esta vez suavizando el tono casi con una fingida cortesía se refirió a la chica – Ya que… deseamos tenerla de vuelta lo más pronto posible… Elizabeta…

Esta sonrió y sin decir nada se tomo del brazo del Austriaco.

Roderich se sentía ciertamente fuera de lugar, era como si hubiese un pacto tácito entre los presentes del cual él no había sido informado, y claro junto con eso solo era capaz de captar la tensión en el ambiente cosa de por sí, bastante incómoda.

-De acuerdo, nosotros nos retiramos… Entréguele los papeles del intercambio a Vash, ya que con lo acontecido hace un rato se retiró con urgencia

Los hombres tomaron sus maletines y sus largos abrigos negros y se retiraron del salón.

-Tienes que explicarme muchas cosas Elizabeta…

La muchacha sonrió y asintió

-Pero vamos a otro lado…

__________-____________

Ludwig, después de abandonar la habitación de Arthur se adentro nuevamente en los pasillos. Algo repercutía en su conciencia como un tic tac interminable. Estaba siendo ruin con la decisión previamente tomada en la reunión.

Y es que aún no podía entender cómo es que había aceptado algo como aquello…

-Flash back-

Gran alboroto se dejaba ver en la sala donde Vash sin previo aviso había dado término a la reunión. Ludwig algo confundido se mantuvo sentado a la espera de conseguir la información  previa a su llegada (y es que llegar tarde en aquella situación lo hacía sentir un completo imbécil) pero antes de que el rubio pudiera atravesar la habitación, se detuvo y con extrema seguridad y seriedad se dirigió al resto y en especial a los ojos del estadounidense con mayor cargo.

-Está decidido, nos quedamos con la misión

Ludwig y todos los pertenecientes a la rama japonesa se quedaron perplejos antes la ofuscada y fuerte decisión de su superior Suizo, mas seguido de ellos se escuchó el estruendo de alguien ponerse de pie con extrema furia.

-¡No tiene cargo para tomarse libertades como esas Vash! – La mirada del superior estadounidense escrutaba e intentaba derribar cada poderío en los ojos del Suizo – Nosotros realizamos las investigaciones,  por lo tanto la misión nos pertenece.

Ludwig iba a apelar y con ello intentar derribar las tenciones pero la palabra de Vash atravesó la sala antes de que él pudiera impedirlo.

-Esto no se trata de quién tiene más mérito Señor – la última palabra se había escapado de sus labios con cierto veneno – Está claro que el muchacho no puede seguir en estados unidos, eso sería un suicidio, y la segunda rama más poderosa de Axis es la japonesa.

El superior iba a hablar pero el suizo lo alcanzó

- Por lo tanto, está claro bajo cualquier pretexto que el mejor escondite del muchacho está en Japón… Bajo mi cargo.

 Y de nuevo resonó la voz de los presentes apelando ante las fuertes palabras del rubio, que ahora realmente abría la puerta sin cargo ni palabras que lo detuviesen.

- Maldición está bien! – Aceptó el hombre golpeando la mesa con rabia – pero queremos cada detalle por mínimo que sea, respecto al avance de la misión… pues si cometen un error. Dense por muertos…

Vash se dio vuelta y dio unos pasos de vuelta a la mesa observando la mirada arrogante y molesta del mayor.

-¿Otra cosa?

-Si . -Asintió el – Arthur Kirkland…

El hombre sacó un papel donde se encontraba la ficha del Británico

- Queremos que el sea el señuelo

- ¡¿Que?! – Ludwig se puso de pie sobresaltado

- Antonio está interesado en el ¿No? Por el momento es el puente más cercano que tenemos de conexión con los demonios.

-Esta bien – aceptó el suizo

-¿Que?, No, Vash, ¡no puedes! – apeló con desesperación el Alemán. Se sentía consternado y profundamente herido por aquella decisión. ¿Tirar a Arthur a los leones? Claro, a los estadounidenses les convenía de sobre manera sacar ventaja de las bajas japonesas. Eran unos bastardos.

-Silencio Ludwig…

- ¡No!, ¡Vash!, ¿No entiendes?, Lo están haciendo por…

-¡Silencio Ludwig!

Ambas miradas se encontraron, el alemán se quedo en silencio observando con una enorme sensación de desolación, seguido de ello se sentó, dejando caer su cuerpo como destruido, con su mirada perdida.

-Tranquilo Ludwig… confiemos en Vash por el momento… - le murmuró el Austriaco sentado a su lado.

Ludwig suspiró, ¿Qué más podía hacer?

-Fin flash back-

Se sentía horrible, y más aún cuando minutos después al entrar a la oficina del Suizo, se enteró la desagradable noticia de que tendría que ser el mismo quien le diera a la noticia al británico. Claro, sin que él la supiera.

Ambos sabían que si le hablaban con la verdad, Arthur se negaría rotundamente, bueno, de todos modos estaba en su derecho. Estaban atentando contra un bien invaluable y aquel era la verdad.

El Alemán sabía que aunque fuera la única opción, no era la manera de actuar. Y por lo mismo en el momento en qué entró a la habitación del británico y le explicó la misión deseó con todas sus fuerzas que algo en su mirada, en sus gestos, delataran que aquello era un engaño, que de una u otra forma debía negarse.

Y lo hizo, y fue ahí cuando retumbó en su mente las palabras del Austriaco “confiemos en Vash por el momento”, y seguido de ello vino la pseudo-amenaza de la cual el británico no pudo negarse.

No importaba, de todos modos la conciencia lo mataría, por eso, ahora, más que nunca… Arthur no podía morir, no antes que la verdad fuese revelada…

Ludwig volvió de sus pensamientos y se encontró nuevamente frente a la oficina del suizo.
-¿Que hago aquí…? – se cuestionó el rubio indagando en sus actuares. Tantas cosas en su cabeza lo volverían loco. – Ah, si… debía rendir cuentas… - murmuró dejando claro que ese “rendir cuentas” significaba dar aviso de que Kirkland ya había sido informado de su “misión”.

El Alemán abrió la puerta, encontrándose con el Suizo revisando uno de los cientos de papeles sobre su escritorio, este levantó la vista sin mucho interés y luego siguió con lo suyo.

Con lentos pasos Ludwig, se aproximó a unos de los asientos cercanos al escritorio y se dejó caer ahí por unos minutos, sin hablar, luego de ello levantó la mirada suspirando.

-Ya esta hecho

- ¿No sospechó nada? – cuestionó sin levantar la vista el suizo.

-Tu que crees… - aclaró el aleman dando énfasis en la ironía del tono.

-Perfecto.- Vash estampó las hojas en la mesa y esta vez le prestó atención al rubio-Ya que estas aquí debemos hablar sobre lo que…

Plaf.  El desconcertante sonido de la puerta abrirse con extrema fuerza dejó a ambos personajes perplejos.

-Quién mierda se atreve a…

Pero antes de que Vash pudiese terminar su molesta frase pudo reconocer a la persona acercarse con rapidez y con pasos molestos.

- ¿Qué es eso del segundo ángel? – cuestionó el británico plasmando ambas manos en el escritorio, causando que algunas hojas cayeran al piso.

Ludwig no hizo ningún movimiento a la espera que el suizo respondiese. No es que no supiera lo que Arthur estaba cuestionando, es sólo que quería saber qué cosa es lo que respondería Vash en aquella situación.

- ¿De dónde sacaste eso?

-¿Vas a negármelo?... Fue Lily quién me lo dijo – se aventuró a informar el británico

- ¿No te dijo nada más? – cuestionaron los ojos inquietos del suizo

Arthur frunció los labios, había entrado a esa habitación con la esperanza de obtener respuesta pero cada segundo las preguntas seguían aumentando.

- Primero explícame!, ¿Desde cuando tenías esa información? ¿Y porque no la habías hecho saber?

Vash bajó el rostro mordiendo el labio inferior, estaba perdiendo tiempo en preguntas demasiado complejas, pero tampoco estaba en condiciones de discutir con kirkland.

-Tranquilo Arthur – la mano del Alemán se posó en el hombro ingles tomando así parte de su atención- Vash te lo explicará – los ojos de ambos se encontraron – y si no lo hace el, yo lo haré…

Arthur titubeó

-Pero debes decirnos ahora todo lo que te dijo Lily, es de extrema urgencia…

Los ojos verdes se entrecerraron vencidos

- “Dígale a Oni-sama que es momento de ir en busca del segundo ángel”… Eso fue lo que dijo…

Arthur se encontraba esta vez sentado, siendo observado por ambos presentes en la habitación.

Vash se quedó un segundo con la mirada perdida en algo y luego tomó el teléfono y marcó un número

-¿Que vas a hacer? – cuestionó el alemán

El suizo esperó en silencio hasta que la voz al otro lado se hizo oír

- Te tengo un trabajo importante, asi que se acabó el descanso

- En un lugar de francia-

Un francés se encontraba sentado en las afueras de un café en compañía de dos señoritas jóvenes de sonrisas dulces y fréneticas.

-Bonjour mon ami Vash, que agradable sorpresa tu llamado! – respondió con alegría el hombre sosteniendo el movil.

- necesito que hagas un viaje urgente…

La mirada del francés se fijó en las muchachas que lo observaban algo confundidas.

- Oh, ¿Y de que se trata? – cuestionó esta vez

- la línea no es segura. – vash buscó unos papeles y luego de encontrar el indicado siguió con el habla – tomarás un avión lo más pronto posible, a la salida del aeropuerto te estará esperando un auto con una de las redes que tenemos. Una vez dentro del auto te encontrarás con un sobre. Debes abrirlo, la continuación de tu misión está ahí dentro.

- Mon ami Vash hablas tanto como cierto británico a quién me molesta recordar, hasta olvidaste decirme el destino del vuelo

-Canadá, Francis, tu destino es Canadá.

______________-_________________

Juju, tienen alguna idea de quién es el segundo angel? Jaja xd A que no se lo esperaban, y si es asi MIENTEN! No les creo! Jaja xD
 Os amo y publicare pronto (jajá xd)

sábado, 18 de junio de 2011

Reinless



Notas de la autora: No puedo creer que ya este en el capitulo 10 *-* y saben, me siento muy feliz xd
 Yaa, ven que soy buena?, me apuro y publico y todos somos felices a que si? jaja, al final  les dejo los comentarios del cap, por ahora lean y perdonen mis faltas ortográficas y whatever c:

Capitulo 10




Ludwig avanzó por los pasillos hasta llegar a una habitación, ahí se detuvo y entró

- ¿Que mierda los hizo tardar tanto? Ni que los estadounidenses tuvieran tanto cerebro – bufo un molesto ingles

- Aunque no lo creas, los estadounidenses tenían más información de la que esperábamos.

Ludwig se apoyo en la pared y bajo el rostro

-¿Que sucedió? – cuestionó Arthur al ver el rostro consternado del Alemán

- Eso te lo explicaré después… Por el momento te tengo buenas noticias…

Gran impresión se dejó ver en el rostro del británico al oír esas palabras

- Tienes una misión…

-¿Eso quiere decir que podre salir de aquí…?

-Exacto.

Arthur se alegró, pero segundos después se detuvo a analizar la situación, y contrastando con la reservada mirada del alemán, algo lo dejó especulando ante la tan buena noticia.

- ¿Qué tipo de misión…? – se aventuró a cuestionar enarcando una ceja

Ludwig suspiró, mientras más rápido lo dijera, mas rápido saldría de ahí.

- Cuidaras de alguien… Su nombre es…

-¡¿Qué?! – Arthur interrumpió las palabras del Alemán con ira – No, no, no. Ya bastante mierda he tenido que soportar de ustedes. ¡No voy a permitir que me dejen a cargo de un trabajo tan degradante!

Ludwig volvió a suspirar, se esperaba esa reacción, sabía que tratar con Arthur iba a ser muy complicado.

- No tienes opción, que esperabas ¿irte a luchar con tu amiguito Antonio? Roderich fue claro con sus palabras, no podrás realizar trabajos pesados en por lo menos 6 meses

- Ah, ¿Y esperan que en esos 6 meses sea niñero?

El ingles rezongó desviando el rostro totalmente ofendido

- Okey Arthur te lo hare más fácil…

Ludwig se acercó a la cama y apoyo una de sus manos en ella

- El representante de axis americano y sus consejeros están muy molestos con tu actuar, si dependiera de ellos, tu probablemente ahora estarías muerto.

Arthur iba a apelar pero rápidamente las palabras de Ludwig lo acallaron.

-Así que con un gran esfuerzo he logrado que optes por dos opciones… - Ludwig tomó aire y habló con un poco más de calma- O te preparas para estar 6 meses en cama y observaciones, o cuidas de esta persona y te ahorras la hora y media de atrocidades que te va a decir Vash si te niegas.

El británico presionó ambos de sus puños como si le hubiesen golpeado en todo el orgullo. Y claro, el orgullo ingles sí que era algo de temer.

-Tsk… pudiste haber dicho desde el principio que no tenia opción – comentó derrotado poniendo una mano en su frente.

-Oh sí, y no te he dicho lo más importante

Los ojos verdes lo observaron con inquisición

- Su nombre es Alfred J. Jones, tiene 17 años, y es heredero de una gran fortuna. Sin dejar de lado su nacionalidad estadounidense…

- ¡Bloody hell! Cállate! Antes de que me arrepienta – Arthur tomo aire con calma. Y de pronto comenzó a considerar que quedarse en cama 6 meses no parecía tan mala opción.

_____________________________-_________________________

-Veo que hiciste todo como te lo pedí… - Los cabellos plateados de la persona se revolvieron con el leve movimiento que hizo en señal de aprobación

- ¿Que esperabas del awesome yo?, Si lo dudaste es porque no me conoces lo suficiente! – una risotada se escapó de los labios del demonio.

- Ya veo… y el muchacho…?

- Está con vida, tal y como tú lo ordenaste…

-Perfecto – murmuró Ivan dejando entre ver una macabra sonrisa.

- No veo la razón de dejarlo vivo...

- No es necesario, te lo explicaré en otro momento – aclaró el ruso entrecerrando los ojos.

El demonio de ojos carmesí, introdujo ambas manos en su bolsillo y se acercó a la puerta.

-Bueno, si eso es todo, me voy.

- ¿No quieres que te de una pista de lo que buscas?

Gilbert se detuvo y mordió su labio inferior.

-¿Que te hace pensar que un ser tan Awesome como yo necesita encontrar algo?

- Me extraña Gilbert… - Iván murmuro negando con la cabeza sin suspender su sonrisa de medio lado – Me extraña que quieras engañarme de ese modo.

El joven de ojos carmesí lentamente tragó saliva
- Y me extraña aun más que no quieras saber el paradero de tu amado Roderich…

Las rodillas de Gilbert vibraron y su mirada se desvió instantánea al piso. Presionó con fuerza sus puños e intentando mantener su normal tono de voz, habló con lentitud.

- Dímelo…

______-_________________

Arthur terminó de vestirse, después de que Roderich entrara a su habitación a quitarle los últimos sedantes y de entregarle su traje nuevo, junto con las cosas que habían rescatado del antes del incidente con Antonio.

- Espero no tenerte de paciente en un buen tiempo… - le aclaró el médico con un aire de cierto apuro – Ah, y debes ir a la oficina de Vash… Lo más pronto posible.

El Ingles ajustando su corbata se encontraba lejos de querer acatar las órdenes de Roderich. Tomó el reloj sobre la cama y la daga sin filo con la que había luchado.

- De acuerdo, pero antes debo hacer otra cosa… -dijo terminando la frase en un leve murmullo, mientras rozaba el mango del arma que le había salvado la vida.

El Austriaco iba a cuestionar la incapacidad de Arthur de acatar órdenes pero antes de encontrar las palabras este ya se había retirado de la habitación.

-Mierda…

Roderich sintió su móvil sonar.

-¿Diga? – La voz al otro lado le sonaba increíblemente familiar.

El Austriaco embozo una sonrisa de medio lado ante la noticia, incluyendo el desconcierto y la impresión.

-De acuerdo, Bajare en un momento.

_____________-______________________

El sol brillaba y un agradable calor se sentía en aquel patio. Mientras un joven de rubios cabellos se deslizaba por el piso con un balón, el cual de un salto insertó en el aro quedándose colgado de este unos segundos, para luego bajar y sacudir la transpiración en su rostro.

El muchacho tomó una botella de agua junto al aro y comenzó a beber.

- Jo- Joven Alfred…

Los ojos azules se abrieron y se fijaron en la persona que acaba de llegar.

- ¿Por qué esa cara viejo? – cuestionó el muchacho acercándose al mayor quien parecía haber corrido apresurado en su búsqueda.

Este puso una mano en su pecho y comenzó a respirar con tranquilidad, luego con ambas manos tomó la del muchacho y la acercó a su rostro.

- Joven Alfred… tiene que ser fuerte… - murmuró de forma difusa acompañado de un temblor en sus labios, como si se aguantara un gran llanto.

-¿Que… que sucede? ¿De qué hablas? – preguntó en voz alta el joven totalmente desencajado por el actuar del mayor.

-Jo- Joven… sus padres…

Alfred al instante deshizo el agarre de las manos del mayor

-¿Que pasó con mis padres?

-El avión de sus padres… tuvo un infortunio, y… se estrelló en el océano…

Los labios del menor se entreabrieron dejando escapar una bocanada de aire, seguido de ello llevó ambas de sus manos temblorosas a los hombros del mayor y comenzó a zamarrearlo

- ¿Y mis padres? ¿Ellos están bien cierto? ¿Están a salvo? ¡Contéstame! – exigió sin dejar de sacudirlo.

-Sus padres… Sus padres… perdieron la vida en el accidente… - respondió entre cortado dejando escapar gran cantidad de lagrimas de sus ojos.

Las piernas de Alfred flaquearon y este cayó al piso de rodillas, sin poder creer tan cruel desgracia. Parecía una pesadilla, una brutal pesadilla. Quería despertar, quería creer que todo eso era una vil broma de mal gusto.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y un grito ahogado se escapó de su garganta.

_________________________-________________________

-Princesa…

El británico, camino por los pastizales hasta encontrarse con la muchacha.

- Arthur-sama… - La muchacha levantó el rostro y con gran emoción se acercó al mayor – Me hace muy feliz el saber que se encuentra bien

El rubio suspiro y al encontrarse con la dulce mirada de la joven, una gran tranquilidad lo embargo.

Ambos se dirigieron a donde antiguamente (cuando no había gran desastre) bebían el té de la tarde y Arthur le hablaba con gran agitación a la chica del mundo exterior.
- Vengo a darle las gracias Princesa… - el británico se sentó mientras la muchacha sacaba unas hermosas tazas de porcelana.

Los ojos de la chica lo observaron con vacilación.

- No hay razón para que usted tenga que darme las gracias Arthur-sama

El ingles sacó con delicadeza la daga que llevaba hace un momento en el bolsillo de su chaqueta, dejándola sobre la mesa.

-Si usted no me hubiera entregado esto, probablemente yo no seguiría con vida…

La mirada de Arthur se perdió en el sangriento recuerdo de esa batalla, mientras la muchacha servía el te y con una tenue sonrisa se sentaba frente al mayor.

-Era lo mínimo que podía hacer…

El británico se sintió algo fuera de lugar, por lo que tomando la daga nuevamente la deposito en las manos de la joven.

- Le agradezco mucho pero… no puedo seguir conservando esto.

La mirada de la chica parecía consternada.

-No sabiendo lo importante que es para usted – Arthur cerró las manos de la muchacha en el arma que ahora sostenía – Esto es un objeto divino que solo un ser divino puede utilizar. No un mortal como yo.

Arthur sabía de donde provenía, y por lo mismo sabia el poder que acarreaba y el peso de las consecuencias si caía en manos equivocadas.

Aquel ángel en el cuerpo de esa muchacha no siempre estuvo en la tierra alrededor de los mortales. Incluso habría que remontarse a por lo menos 13 años atrás.

Los humanos querían rendirse, ¿Por qué Dios nos ha abandonado de esta forma? Se preguntaban muchos al ver como los demonios comenzaban a poblar el mundo a llenarlo de maldad y perversidad.

Aquellos años fueron las bajas más grandes en Axis. La muerte incontable de personas que peleaban contra algo que no comprendían…

Hasta que el primer ángel apareció…

A las manos de Vash (que en ese entonces no tenía ni la mitad del puesto que ahora se jactaba) había llegado la información de que algo extraño había descendido en una parte del Valle rin al norte de Liechtenstein. En aquellos tiempos oscuros, esa era una noticia increíblemente lamentable, por lo cual nadie deseaba hacerse cargo y después ser considerado el desencadenador de quien sabe cuántas muertes.
Y quizás la tenacidad del suizo era la mayor razón por la que ahora era alguien tan respetado en el negocio anti-demonio.

Vash, con un grupo de sus más confiables trabajadores, se dirigió al lugar de donde provenían las indagaciones y con muy poco armamento e instrumentación accedió a sumergirse en las desconocidas aguas del rio Rin y averiguar que era aquel extraño suceso acontecido.

El mismo buceó y se sumergió en las frías aguas, encontrándose con algo increíble incluso para alguien que ya conocía las más extrañas criaturas del mundo.

Por lo menos bajo 10 metros, localizó una especie de burbuja, este la rodeo por completo confiando en que se mantenía inerte, pronto, después de observarla a una clara corta distancia pudo comprobar que dentro en posición fetal se encontraba envuelta en unas grandes alas blancas una muchacha de largos y rubios cabellos. Sus ojos se hallaban cerrados y su cuerpo representaba el de una niña.

Su impresión fue increíble y quizás actuó también con ella una cierta ansiedad que le hizo acercarse más de la cuenta.  Y su mano al rozar con extremo cuidado la burbuja provoco que esta se hinchara causando una gran detonación

 Aun hasta esa fecha, Vash no recordaba muy bien como lo hizo, pero en aquel remolino de agua y grandes burbujas pudo sostener el cuerpo de la joven y ser arrastrado con ella muchos metros.

Después de ello, su memoria regresó al barco en el cual despertó, encontrando a su lado a la muchacha que había sido tapada con toallas, y que en sus manos sostenía el mango de un objeto, parecido al de una pequeña arma.

Al principio ninguna palabra salía de  aquellos labios vírgenes, la muchacha observaba todo con gran temor y curiosidad. No pedía comida, ni ninguna cosa, lo único a lo cual tenía inclinación era a la compañía de Vash.

Lo seguía para todas partes, como un pollito sigue a su madre, cuando los médicos iban a hacerle pruebas ella se escondía detrás de la espalda del Suizo y accedía una vez que esté intentando hablar con dulzura (cosa que nunca había hecho) le aseguraba que no le harían daño y todo saldría bien. Entonces ella, confiando ciegamente permitía aun con cierto temor la manipulación de los médicos.

De todos modos, estos no fueron capaz de explicar la procedencia de este ser. Y ninguna de aquellas características que la asimilaban a aquellos entes celestiales.

De ahí en adelante, las esperanzas volvieron. Aquella muchacha había traído consigo las ilusiones de que Dios se había apiadado de la pecaminosa humanidad y le había dado la oportunidad de redimir sus actos.

Por lo mismo, muchas instituciones lucharon por quedarse bajo la custodia del ángel. Y gracias a Dios la muchacha adaptó el habla y fue capaz de expresar su sentir.

“Su lugar estaba al lado de la persona que la había despertado”, y nadie fue capaz de refutar las palabras de tan angelical y perfecto ser. Aunque claramente muchos habían querido hacerlo.

Desde entonces, Axis en Japón se hizo cargo de la custodia de la muchacha. Se le dio el nombre de lily, debido a la hermosa flor del pequeño país donde había sido encontrada, se le enseñó a hablar y se le mostró el mundo humano tal y como era. Y claro, ella no parecía impresionada, al contrario su mirada denotaba estar al tanto de todo, y saber incluso más de lo que le mostraban y enseñaban.

Pronto aprendió a ocultar sus alas y gracias a las largas conversaciones con el Suizo, este descubrió la extraña capacidad de la chica de proveer situaciones del futuro, cosa que muchas veces les había servido más de lo esperado.

Arthur recordó el día en que la joven se acercó y con cierta timidez le dijo:

-“Prométame algo Arthur-sama”

-“Lo que usted guste” – no se tardo en responder el Ingles, mientras la muchacha depositaba el arma en sus manos.

-“ No muera, por favor…”

Y ante aquella petición el cazador no tuvo más opción que aceptar  y guardar el objeto con cierto temor a no ser capaz de cumplir aquellas palabras.

Arthur miró el rostro de la muchacha que esta vez sostenía una gran duda y pesar.

- No se preocupe princesa, consérvelo, yo sostendré mi promesa… no moriré- le aseguró sosteniendo la taza de té y bebiendo otro sorbo

Lily asintió con algo de duda y luego sacudió el rostro para perder su vista en algo que Arthur no podía ver.

-¿Su-sucede algo Princesa? – cuestionó el ingles dejando la taza sobre la mesa y acercándose a la muchacha.

Los cabellos rubios de la joven revolotearon con el movimiento  de su cuello en dirección del ahora preocupado Arthur

-Dígale a Oni-sama… que ha llegado el momento… - los ojos de Lily parecían haber abarcado un color grisáceo claro y su voz había tomado un tono acuciante.

- ¿Momento? ¿Momento de qué?

- Momento de ir en busca… del segundo angel.

____________________________-_______________________

Juju, 

¿Quien sera el segundo angel? ¿Con quien hablo Roderich por telefono? ¿Que pasara entre Ludwig y el demonio Italia? ¿Que pasara con el pobre y Huerfano Alfred? ¿ Por que hago preguntas tan estupidas? ¿Acaso quiere saberlo? pues mande un mensaje a... No, mentira xd esperen el proximo capitulo y tendran muuuchas respuesta xd a menos que yo muera pk seria una desgracia y se quedarian con la duda for ever ._.
jaja xd Les he dicho que Os amo? *-* jaja c: 
Publicare lo mas rapido que mi vida y cerebro se den el lujo de darme xd 
Tau, tau!